El hundimiento de un trasatlántico, una vendetta motorizada, el robo de un corazón, amores en tiempos de guerra, el golpe que un barquero se da en medio de la laguna de Venecia o una procesión que acaba mal. Todos estos ingredientes podrían dar lugar a relatos tristes, incluso trágicos, pero en "Cuentos para reírse mucho", sucede justo lo contrario. Aquí, hasta una llamada telefónica a un número equivocado -de esas que nos suelen poner de mal humor- puede ser divertida. Estas situaciones (y sus finales inesperados) dan lugar a relatos con los que el lector pasará un muy buen rato.