Italia, campiña romana, siglo XVII La joven Ade y su hermano pequeño huyen de la casa en la que crecieron porque la acusación que se cierne sobre ella la conduce directamente a la hoguera. En lo más profundo del bosque encuentran refugio entre unas mujeres que, según los rumores, son hijas del diablo. Son las Ciudades Perdidas, profundas conocedoras de las plantas y de los astros, que han elegido ser libres, y que una sociedad supersticiosa e ignorante condena sin clemencia: son brujas. Para poder convertirse en una de ellas, Ade tendrá que completar un entrenamiento de siete semanas, durante las cuales, la instruirán en la ciencia, el arte, el combate y otros rituales secretos. A este grupo de mujeres quieren darle caza los Benandanti, una congregación de hombres entrenados para la batalla con un único enemigo, las brujas. Todos menos uno: Pietro, el hijo del líder, estudiante de Medicina, que no cree en supersticiones, y que, además, está enamorado de Ade y haría cualquier cosa por ella.