El hijo judío es un libro conmovedor por la honestidad de su narrador, que parte de la rabia para escribir y termina sufriendo una transfiguración. Cuenta el giro radical en la vida de un personaje, el propio autor, que pasa de recordar una infancia dolorosa por los castigos físicos que su padre le infringía a cuidar de él cuando se está muriendo. En este texto de autoficción o autobiográfico, Daniel Guebel se enfrenta a la ambivalencia del recuerdo y termina pensando que es una construcción quizás para salvar lo más digno del pasado. El libro ganó el premio de la crítica de la Feria del libro de Buenos Aires en 2019. Las referencias a la "Carta al padre" de Kafka nos llevan a una buena reflexión sobre la relación paterno filial. Lo interesante de esta autoficción es la lectura entre líneas. En el fondo, lo importante es ser reconocido. De nada sirve matar al padre porque nos privaría del reconocimiento. Este reconocimiento es en realidad lo que nos da auténtica identidad. Tema muy interesante para hoy en día si se tiene en cuenta que la identidad está colocada en pertenecer a un grupo.