Un retrato biográfico de ficción de los últimos años de la vida de Aliocha Coll, un escritor cuya producción literaria se caracterizó por la experimentación extrema.Aliocha Coll persistió en su empeño artístico sin importarle el escaso o nulo éxito de sus libros, atrapado en una existencia cada vez más precaria y aislada, trabajó de forma obsesiva, sordo a cualquier consejo y sin ceder a ningún tipo de facilidad. Su muerte se produjo en París, a los 40 años, en noviembre de 1990. Había terminado su última novela, Atila, editado póstumamente. La novela de Javier Serena toma el título de la última obra de Aliocha Coll, y construye un conmovedor homenaje a un autor que vivió aferrado a sus convicciones literarias, ignorando el peaje que tuviera que pagar.