Kiyoshi Fujino y cuatro amigos son los únicos estudiantes varones entre más de 1.000 mujeres de un instituto hasta hace poco sólo femenino. Instiregido por leyes y reglamentos draconianos, que penalizan hasta la falta más insignificante y suponen acabar en la cárcel (sí, el instituto tiene una cárcel dentro). Una serie de malentendidos hace que los cinco chicos sean arrestados y reciban un ultimátum: o ingresan un mes en la cárcel (con todo lo que ello conlleva) o serán expulsados. Y si eso ya es extraño, lo será más aún para el pobre Kiyoshi cuando descubra que sus amigos son masoquistas que disfrutan de los castigos que les imparten las atractivas integrantes del consejo estudiantil clandestino.