Vivimos en un mundo tan contradictorio como apasionante. Nunca el ser humano disfrutó de mejores condiciones de vida. El acceso a la cultura, la educación y la sanidad en los países desarrollados es casi universal. Hemos alcanzado el sueño que nos prometieron aquellos que diseñaron la sociedad del bienestar. Pero hay un pero. Paradójicamente todos esos logros no se manifiestan en mayores dosis de felicidad. Nuestra vida es demasiado acelerada. Todo pasa muy deprisa y eso nos genera más angustia y más ansiedad, lo que se traduce en una vida poco satisfactoria. El hombre moderno cada vez tolera menos el dolor y tiene más dificultades para mantener la estabilidad personal y familiar. Este libro pretende dar algunas claves sobre las causas de este fenómeno y también sobre sus posibles tratamientos. Sólo pretendo hacer reflexionar al lector actual y enfrentarme a sus más que llamativas contradicciones. Usted será, mi querido lector, el que me dirá si estoy o no en lo cierto.