El Estado Social de la Constitución española de 1.978 va camino de cumplir medio siglo de existencia. La perspectiva que brinda el tiempo transcurrido nos permite afirmar que estamos ante un factor clave en la consolidación del Estado democrático español, la modernización de la sociedad española y la convergencia con el constitucionalismo europeo. La articulación y desarrollo giró, entre otros puntos, alrededor del estatus que debían tener los elementos estructurales de la Constitución social y económica. Una de las debilidades persistentes ha sido la consideración de los derechos sociales como normas programáticas desprovistas de eficacia directa. Por el contrario, los derechos económicos fueron promovidos a la categoría de auténticos derechos subjetivos. La reconfiguración constitucionalde los derechos sociales como derechos subjetivos es una medida irrenunciable para la sostenibilidad de la democracia y la consolidación de la ciudadanía social .