Al pequeño Moncho le gusta pintarlo todo: la cama, el mantel,  la nevera e incluso su propio abuelo... Después de una intensa  jornada creativa, se empeña en averiguar el significado  de una mancha de pintura negra que descubre en un papel  en blanco. Ese borrón parece transformarse a ojos de quien deje volar su imaginación pero, en su búsqueda perseverante,  Moncho no encuentra a nadie capaz de darle una respuesta.