Esta breve, pero emotiva y cautivadora historia, cuenta las peripecias imaginadas por Charlie Mears, un muchacho de veinte años, empleado de un banco y con aspiraciones literarias, cuya motivación es escribir lo que él considera que será el mejor cuento del mundo. Su relato, lleno de veracidad y de todo tipo de detalles realistas, puede parecer más el recuerdo de otra vida que el producto de su fantasía, lo que cautiva a su amigo, el narrador del texto, y de paso al lector.La historia reflexiona sobre la escritura, el valor del arte y la dificultad de conseguir expresar con exactitud lo que solo en la imaginación del creador parece perfecto.