Matias Aires (1705-1764) en su obra más importante, Reflexiones sobre la vanidad de los hombres (1752), critica toda aspiración humana resumiéndola al fruto de las vanidades. Ni la ciencia, ni la cultura, ni el derecho, ni la caridad, ni todo progreso pueden hacer del ser humano alguien mejor, pues todo lo que hace lo hace desde la vanidad.