Entre el tiempo prolongado, el tiempo profundo de la historia del planeta o de la evolución delaas especies que lo habitan, y el tiempo breve de una iconomía globalizada que contribuye a alterar sus equilibrios, la imagen debería pensarse como una estratificación de duraciones radcialmente heterogénea. Una ecología de las imágenes digna de este nombre hará resurgir las duraciones múltiples y contrastantes al extremo que esa circulación globalizada de la simágenes implica y enmascara sin cesar. Nos enseñará a verlas nuevamente. A escucharlas, tal vez. Intentaremos pensar la imagen en su tensión entre la lentitud sin nombre de su gestación desde el tiempo de la tierra y la velocidad que, más rápida que al luz +, se la lleva más alla de lo visible.