En nuestro remoto pasado fílmico no faltaron quienes se entregaron a la técnica stop-motion y se enfrentaron al arduo rodaje fotograma a fotograma pese a la escasez de recursos y la ausencia de reconocimiento. Para este estudio no se han escatimado esfuerzos: se han visionado cortometrajes en filmotecas, recurrido al archivo de RTVE, contactado con profesionales y familiares, buceado en bibliotecas y hemerotecas, etc. Esta encomiable labor de investigación, en verdad de arqueología fílmica, quiebra años de olvido historiográfico para sacar a la luz un pasado oculto y sorprendente, que arranca en el cine mudo, sigue en la Segunda República, se prolonga durante el franquismo y los albores de la televisión pública, hasta el advenimiento de la democracia.