En un alarde de modestia, el autor de este libro lo define como un «texto sobre fotografía». No lo es. O, al menos, no exclusivamente. Autobiografía hecha de fragmentos, Imagen fantasma es un intento por fijar la intimidad y la emoción que desaparecen tras el disparo de la cámara;también, especialmente, por capturar en palabras lo que nunca estuvo allí. Hervé Guibert hurga en la caja de fotos familiares y encuentra rostros esquivos, la joven belleza de su madre, autorretratos en los que ya no se reconoce. Recuerda deseos inconfesables, la violencia velada del padre, la mirada de aquel amante enfermo. El mecanismo fotográfico despojado de todo afán documental o comunicativo: el capricho de la memoria.