El respeto a la vida sencilla que nos rodea, a la naturaleza silenciosa que comparte con nosotros nuestros afanes y que ha seguido sin desviarse el camino originario, es el primer paso para proteger nuestra humanidad amenazada. Y ese respeto, esa delicadeza sabia e inteligente del que sabe su lugar en el mundo, del que es consciente de que la mejor poesía sólo brota del sentimiento de orfandad y de la toma de conciencia de nuestro estar desamparados, es lo que yo descubro en estos versos serenos y armoniosos, necesarios y limpios.Basilio Sánchez