Una niña llega a Menorca junto a sus padres. Es uno de los muchos sitios en los que vivirán a lo largo de sus vidas, acostumbrados al cambio. En El Capypso, una casa con vistas a un faro, se encuentra su nuevo hogar. Durante este tiempo, María irá creciendo mientras explora partes de la isla en las que se esconden gentes con vidas extrañas. Tendrá una cuidadora monja, dos novios, un amigo camarero de un puticlub, excursiones en barco, accidentes. Piscicas que no cubren es un homanaje a una infancia semi autónoma