Nuestro protagonista pone mucho empeño en sus aspiraciones y, aunque es un poco calamitoso, suple sus meteduras de pata y sus contratiempos con mucha imaginación y gracia para conseguir que sus clientes siempre acaben contentos y olviden los errores grandiosos de este oso fabuloso... ¡uy!, ya se nos ha pegado la rima de este cuento maravilloso.