Estos Cuentos de vacaciones revelan al lector una faceta poco conocida de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934): su habilidad como escritor de ciencia-ficción. Los cinco relatos que componen esta obra, a los que Cajal calificó de narraciones pseudocientíficas, compaginan el realismo que les confiere el estar basados en hechos o hipótesis racionales con otros aspectos que para su autor son fundamentales: las contradicciones de la personalidad humana, los matices del Bien y del Mal, el interés por los misterios del subconsciente, la sugestión, la hipnosis, todo ello impregnado del sentido poético y detallista de los escritores de principios del siglo xx y de una intención moralizadora. A lo largo de los cinco cuentos desfilan personajes que, premeditadamente, no son símbolos, sino hombres y, en consecuencia, ofrecen las pasiones, los defectos y las limitaciones de las personas de carne y hueso.