Kurapika es consciente de que la inquietud gobierna a bordo del buque, pero sigue adelante con sus lecciones. A la vez, los príncipes van moviendo ficha y la lucha por la sucesión va tomando forma. En los niveles inferiores del barco, las mafias empiezan su guerra involucrando a la Araña, que están en pleno despliegue de búsqueda de Hisoka.