En este ensayo clásico que consagró a su autor como uno de los pensadores más influyentes del siglo XX, Albert O. Hirschman busca las raíces del capitalismo en la transformación ideológica que tuvo lugar durante los siglos XVII y XVIII. Defendiendo la prevalencia de la continuidad entre lo viejo y lo nuevo en lugar de la ruptura -una postura provocativa contraria a las interpretaciones marxistas y weberianas-, reconstruye la genealogía de pensadores que, como Montesquieu, James Steuart o Adam Smith, contribuyeron a que la "pasión por la acumulación", que históricamente había sido condenada como el pecado mortal de la avaricia, fuera reelaborada positivamente en forma de "interés" y terminara por gobernar la vida económica y social del mundo. Prólogo de Amartya Sen.