Según la Organización Mundial de la Salud, hay actualmente más de mil trescientos millones de personas con discapacidad en el mundo, un 16 % de la población del planeta. Personas que han sido fundamentalmente invisibles como grupo social a lo largo del tiempo y sobre las que apenas hay historiografía. Desde el proceso de hominización hasta nuestros días, la discapacidad ha sido un elemento presente en nuestras sociedades. En toda la antigüedad clásica encontramos profesiones reservadas para personas ciegas o con displasias esqueléticas y se fabrican productos de apoyo y prótesis. La mitología, las leyes y la filosofía griega y el derecho romano se ocupan de ellas y los grandes cambios sociales que se producen a lo largo de los siglos afectan a sus vidas. Partiendo de una ausencia de prejuicios sobre algunos periodos como la Prehistoria o la Edad Media, y lejos de estereotipos cinematográficos que no se corresponden con los hechos históricos, en esta obra se busca visibilizar a las personas con discapacidad en la historia, como una parte esencial y significativa a la que se ha dado la espalda y se ha dejado atrás en las narraciones de los acontecimientos. Ninguna época ha sido especialmente favorable a la diferencia, pero algunos momentos y lugares realmente han sido terribles hacia las personas a las que se consideraba que portaban «características indeseables» para la sociedad o que vivían vidas «indignas de ser vividas». El abordaje de la discapacidad desde una perspectiva de reconocimiento de derechos humanos, columna de esta Historia de la discapacidad, de Manuel García Ortiz, es un proceso aún en desarrollo y amenazado por quienes se resisten a dejar atrás otros modelos basados exclusivamente en el tratamiento médico-rehabilitador o en la exclusión, segregación y negación de una sexta parte de la humanidad.