En Cable a tierra, el poeta Daniel Fragoso nos regala un recorrido por los momentos más relevantes de su obra poética. Su escritura es fragmentaria y aguda, a la manera de un diario en el que abundan la autorreferencialidad, la meditación poética y el movimiento pendular entre la brevedad del aforismo y el epigrama. Cable a tierra se nos presenta como una morada poética donde el autor construye con símbolos universales como el amor, el dolor y el exilio, estancias de certidumbre para escapar de la desolación y el tiempo que todo lo devora. El poeta escribe contra una sociedad que enaltece la eficiencia, la ganancia y la explotación, su poesía prefiere al perdedor que mira con ironía el caos. El sujeto lírico de Fragoso es su propio enemigo que en el espejo de la poesía se redime, es ahí donde se salva de sí mismo y se comparte con los otros. En este libro la poesía es salvavidas, oasis en el desierto del capitalismo, es un Cable a tierra. MIJAIL LAMAS El registro puntual de una vida que pasa rápida o lenta por los ojos y los huesos, sus precisos destellos alegres en el transcurrir sombrío, sucesos inevitables o azares imprevistos que forjan el ánimo o lo aniquilan hasta la extenuación, es éste el retrato del alma que delinea en Cable a tierra Daniel Fragoso, quien con fidelidad y delicado pulso va trazando los contornos de un rostro posible frente al estupor de la existencia. MARIO BOJÓRQUEZ