Bajo los astros de la repetición reflexiona sobre la barbarie repetida en la condición humana a través de los tiempos, en diálogo con mitos como el de Aquiles de La Odisea, también con escritoras y escritores a los que les tocó vivir el infierno de la violencia, la guerra y el exilio, como María Zambrano, Albert Camus o Hannah Arendt. Asimismo, es meditación sobre el lenguaje como representación simbólica del dolor de los otros, de ese combate lingüístico y poético por estar al nivel de su herida. El libro se encuentra dividido en dos partes. La primera, «El limón y la espada», trata de la palabra desde el campo de batalla. La segunda parte, «Insiste la belleza entre las ruinas», se erige como férrea defensa de la búsqueda de la belleza en cuanto existe, incluso entre los escombros del día, salvando así la esperanza en medio del infierno, a través del abrazo filial con la naturaleza y lo distinto, como canto que humaniza el tiempo en el que somos y nos salva.