Un museo rural francés encarga a la familia de Luna la investigación de un valioso lote del Neolítico. Enseguida, la joven sufre la presencia amenazante de dos incorpóreos de la Prehistoria que llevan atados al mundo de los vivos más de cuatro mil novecientos años. Después de varios aterradores viajes espectrales a una aldea neolítica, Luna conseguirá que Nala y Deir puedan resolver sus conflictos y, por fin, descansar.