Este ensayo puede considerarse el compendio de la obra filosófica de Kolakowski, pensada en la dirección de un racionalismo crítico. Con prosa tensa, nerviosa, apasionada, describe una situación trágica: la civilización técnica parece eliminar toda trascendencia, y al mismo tiempo engendra el anhelo irreprimible de hallar un sentido totalizador. El mito lo proporciona, pero a riesgo se suprimir la libertad. Kolakowski emplea el concepto de mito en una acepción amplia: dimensión constitutiva del hombre, que origina la tragedia de la cultura. Por eso, más que un ensayo de antropología, su obra se inscribe en una filosofía de la cultura inspirada en los problemas actuales. El choque entre la legítima necesidad de mitos y la autodefensa frente al peligro del mito es el punto neurálgico de nuestra civilización. Ahora bien: la mitología sólo será socialmente fecunda cuando esté expuesta a una permanente sospecha, cuando se la vigile de continuo para que no se convierta en un narcótico.