En este tomo IV, Meier aborda un nuevo asunto -las enseñanzas del Jesús histórico concernientes a la Ley mosaica y la moral- con el mismo rigor de que hizo gala en los tomos anteriores. Después de corregir conceptos erróneos respecto a la Ley mosaica en tiempos de Jesús, este volumen se ocupa de las enseñanzas de Jesús sobre importantes materias legales como el divorcio, los juramentos, el sábado, las leyes de pureza y los diversos mandamientos de amor contenidos en los Evangelios. Lo que resulta de la investigación de Meier es el perfil de un complicado judío palestino del siglo primero, que, lejos de intentar abolir la Ley, entró a fondo en debates concernientes a su observancia. Para Meier, sólo teniendo presente esta imagen del Jesús histórico tan interesado en cuestiones de la Torá se puede evitar el común error de construir teología moral cristiana so capa de estudiar «Jesús y la Ley».