Por primera vez en la poesía contemporánea, las mujeres han asumido un liderazgo generacional, hasta convertirse en la manifestación literaria más importante de inicios del siglo XXI. A través de un inteligente y audaz empleo de las redes sociales, han logrado dar visibilidad a propuestas innovadoras, que concilian el riesgo y la solvencia. Combativas, desgarradas, irónicas, míticas, apasionadas, tiernas y escépticas, sus proyectos trascienden los libros y la red, gestionando recitales y eventos diversos, con inusual energía y sororidad. Estas poetas, experimentales o sutilmente respetuosas de la tradición, investigan también la obra y la memoria de sus maestras o antecesoras, tan larga e injustamente soterradas.