FOCUSING quiere decir enfocar el cuerpo, escucharlo y aprender a pensar con él para gestionar nuestras emociones, ya sean conflictivas o gustosas. Consta de 6 sencillos pasos que cualquiera puede aprender a usar a base de llevar la atención al cuerpo y "dejarlo" que nos guíe para conseguir la palabra, la actitud o el gesto adecuado. Su uso es muy variado si bien se orienta hacia el bienestar general. Se aplica en terapia, medicina paliativa, crecimiento personal, counselling, coaching, meditación, relajación, arte, deporte, educación social, espiritualidad, liderazgo y dirección de equipos o artes marciales, entre otros campos. Sus beneficios son numerosos: alivio, seguridad, gusto por vivir, contacto con uno mismo... Cualquier persona puede aprenderlo y practicarlo.