esde su primera publicación en 1917, Juan Ramón Jiménez convirtió a su Platero -el borriquillo que paseaba al poeta en las tardes de Moguer- en una figura legendaria tan popular como Alicia o el Principito. Con un lenguaje exquisito y a la vez sencillo, lleno de hermosas imágenes y cargado de melancolía, el poeta, unas veces en diálogo con Platero y otras en su compañía, nos cuenta la belleza del entorno y de su relación con todas las cosas. Sin duda, Platero ha encandilado a generaciones de lectores...