Jean-Joseph Saroïhandy se dedicó desde 1896 hasta 1932, a recorrer a pie o en caballería las dos vertientes de los Pirineos recogiendo in situ materiales dialectológicos de las diversas lenguas pirenaicas: aragonés, catalán, occitano y vascuence. En el caso concreto del aragonés, que es el que aquí nos ocupa especialmente, trabajó en más de 130 localidades y recogió por encima de 30.000 lexemas. Con su labor romanística se inició la moderna filología aragonesa y la del catalán de Aragón.