El tango, como el flamenco o el jazz, es una monumental creación colectiva de los hombres y mujeres que formaron el nuevo proletariado urbano de Buenos Aires a finales del XIX. El tango, según Alicia Chust, es la respuesta al guirigay de lenguas y dialectos que, desde mediados del siglo XIX se produjo en la sociedad bonaerense. Alicia Chust recrea en este ensayo aquel fructífero "guirigay" e indaga en las tradiciones musicales que llevaron los emigrantes y que florecieron en los diversos orfeones y rondallas. Recrea la vida de quienes fueron dando forma al nuevo arte, uno de los cuales, Manuel Jovés, un músico catalán que llevó la sardana a Buenos Aires y acabó escribiendo la música de unos cincuenta tangos entre los que se halla uno de los más representativos: "Buenos Aires".