Sinatra no es Sinatra. Es Antonio. Pero se parece a Sinatra. Su mujer lo ha abandonado y trabaja de portero nocturno en una miserable pensión. Cansado de su soledad, se ha apuntado a un club de amigos por correspondencia, donde entra en contacto con un atracador, una poeta enana, una viuda y su violento hijo, un dulce y cariñoso camarero gay, un lunático religiosoà Además, está Natalia, la enajenada adolescente que quiere tener un hijo suyo. Y su jefe, el octogenario Lagarto. Y la aguerrida señorita Clementina. Y Manolo, su indolente compañero de trabajo. Y un peluquero alcohólicoàY los bares, también están los bares. Y las sórdidas calles de una Barcelona, la preolímpica, perdida para siempre. Sinatra, aunque a veces amague con su sonrisa torcida, no puede más. Necesita que cambie su suerte. Y cambia. En un inesperado golpe de fortuna encuentra el amor en un bingo. Porque Sinatra, considerada la obra maestra de RaúlNúñez, es, sobre todo, una historia de amor. De soledad y desesperación, no hay duda, pero principalmente de amor. Sinatra solo quiere amar y que lo amen. Publicada originalme