La presente obra constituye una reflexión sobre el naufragio de la política, sobre su incapacidad para ayudarnos a organizar nuestra vida compartida. Un naufragio resultado, entre otras cosas, de la comprensión errónea de las complejas relaciones existentes entre los principios y la política práctica. La obra destila, pues, no pocos pesimismos, en especial en lo tocante a la deriva reaccionaria de la izquierda. Si esta continúa alejándose de sus principios, llegará un día en que tengamos que plantearnos de qué hablamos cuando hablamos de izquierda. Dicho con los versos del lema de la obra, que mitigan el pesimismo y reivindican el clásico compromiso ilustrado y racional: «Habrá palabras nuevas para la nueva historia / y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde».