Es sorprendentemente amplia la influencia que doctrinas como la teosofía, la antroposofía, la alquimia, la cábala o el ocultismo han ejercido sobre muchos artistas plásticos del siglo XX, a menudo aportándoles teorías y conceptos que les permitieron crear una obra muy personal y llena de originalidad. Sin embargo, la relación entre arte y esoterismo ha sido un asunto marginado durante largo tiempo por la historiografía, poco estudiado en las universidades españolas y con muy escasa bibliografía dedicada al tema. Este libro pretende cubrir este vacío mediante el estudio detallado de numerosos artistas, vinculados principalmente a las vanguardias históricas pero también a otros movimientos pictóricos, que se interesaron por diversas corrientes místicas y esotéricas.