«Mis amigos me dijeron que me violarían, que me venderían como esclava de un harén o que me asesinarían;íestás loca!, decían. Pero nadie me dijo que fuera de Europa la mujer que viaja sola se convierte en algo prácticamente sagrado, que todo el mundo querría ayudarme y protegerme... pero eso lo descubrí después.» Y esta es la narración de ese descubrimiento y de muchos otros. Con una prosa directa y ácida en ocasiones, llena de humor siempre y en el filo de lo políticamente incorrecto a menudo, Anne-France desgrana una historia de grandes y pequeñas distancias... grandes, las puramente geográficas y, pequeñas, las puramente humanas, pues cuando dos personas se encuentran en insólitas circunstancias, no hay temores, solamente la comunión de espíritus curiosos. «Un puro libro de viajes, divertido y cautivador.» Le Parisiene «Esta mujer, sin pelos en la lengua, crea adicción, dice las cosas sin trampa y no se pierde en delirios estilísticos.» Babelio