En estos poemas se escuchan las órdenes que tienen que ver con la condición de hija y con la condición de madre: la obligación de asumir los cuidados de los demás y obviar el bienestar propio, la obligación también de perpetuar los roles que se asocian a nuestras circunstancias. Sobre esas expectativas que se depositan en nosotras y en nosotros, que se nos ordenan, Pilar Adón ha escrito un libro incómodo por su cuestionamiento de aquellos dictados -crecer, cuidar, reproducirse, seguir cuidando- que habíamos asumido, y contra los que "Las órdenes" se rebela.