Esta obra pionera enseña al lector occidental a abrirse a la inmensidad de una vida que incluya a la muerte, y a participar plenamente en la existencia sin dejar de prepararse para lo que tenga que venir después. Sus páginas aportan una mirada compasiva y serena al melodrama que, en nuestra sociedad, suele acompañar a las últimas despedidas. Frente al miedo del «yo» (nuestra autoimagen) a abandonar este mundo, Stephen y Ondrea Levine proponen cultivar una apertura serena a lo desconocido desde la confianza y la aceptación. Su mensaje entronca con diversas tradiciones de sabiduría espiritual e incluye enseñanzas y meditaciones budistas.