El Occidente cristiano es rebelde a celebrar la Gran Realidad, el Absoluto, bajo su aspecto Femenino, excepto quitándole su traje de Carne. El Himnario a la Diosa no bastará para borrar dos milenios de ocultación de lo Femenino, Sagrado y Secreto. Sin embargo, entreabre treinta y tres puertas, poéticas, mágicas o alquímicas hacia la Diosa Suprema, en la cual nosotros tenemos la Vida, el Movimiento, la Alegría y el Ser, sin los cuales Dios no es más que un cadáver. Himnario a la Diosa. Himnario a la Libertad absoluta.