Pete huye de un pasado lacerante, trabaja a destajo en un almacén de carga y evita cualquier tipo de contacto humano. No quiere que nadie le salpique con sus problemas. Y todo le va más o menos bien hasta que Sarah, la extraña muchacha de la casa de al lado, se cruza en su camino. Entonces, de golpe y porrazo, su vida da un vuelco. La tranquilidad y la monotonía se vuelven noches sin dormir, incursiones en los pantanos dominados por una secta rastafari, muerte y desesperación. Y todo ello, por un amor que dejará su corazón lleno de cicatrices.