Alex, un jinete de carreras de obstáculos de alto nivel, sufre una caída de su caballo durante una competición internacional en la que estaba a punto de obtener la copa del mundo y cae en coma. En este estado vive una experiencia que le lleva a conocer, entre otros, a caballos de personajes históricos como Hernán Cortés, el jefe comanche Quanah Parker, el rey Salomón, Gengis Kan, Lao-Tsé, Calígula y el Buda. Desde otro plano de conciencia, estos encuentros le revelan la verdadera naturalza de los caballos, sus pensamientos y sus emociones, y las condiciones en las que viven en la tierra junto a los seres humanos. Alex aprende lo que un jinete debe hacer para tener una relación basada en la armonía y la colaboración con su compañero y amigo equino. Las enseñanzas transmitidas por los distintos caballos le permiten conocer la compasión y emprender así el camino hacia la conciencia plena, la iluminación. Este relato iniciático, nos muestra y enseña que los animales poseen una conciencia idéntica a la nuestra, lo que nos acerca aún más en nuestra relación con ellos. Adoptar y comprender el punto de vista del caballo nos permite tener el discernimiento y la certeza de lo que es adecuado para él. La frontera entre hombre y animal se difumina... nuestros sentidos y nuestras percepciones se agudizan para permitar que nos comprendamos mejor a nosotros mismos