En este libro de Memorias (insólitas en nuestro país por lúcidas y sin concesiones), Francisco Sosa Wagner, europeísta convencido, nos invita a recorrer con él sus años en el Parlamento Europeo, primero como solitario diputado en el grupo de los No Inscritos, y luego, en la segunda legislatura (abruptamente interrumpida par a él), ya en las filas de los liberales. El reputado catedrático de Derecho administrativo, cabeza de lista de UPyD en las dos últimas elecciones europeas (2009 y 2014), va anotando su singladura por las procelosas aguas parlamentarias y su visión —pertrechado con su irónica y afilada capacidad de análisis— de la política europea y nacional, desde su atalaya de político poco o nada al uso. Al entrar en el día a día de su —muchas veces kafkiana— labor parlamentaria y al poder recorrer la galería de retratos (sarcásticos algunos, compasivos los más) de algunos de los principales actores de la política europea y nacional, y acompañarlo en sus lecturas, conciertos, paseos, yantares y viajes, sobre todo nos maravilla su ingenua indignación y no menos contagiosa bonhomía, que recuerda, en ocasiones, la tierna perplejidad del protagonista de alguna película «social» de Frank Capra ante el devenir del mundo y de quienes lo habitan. Al final del libro cuenta también el autor, sin perder nunca la sonrisa, las razones que lo llevaron en octubre de 2014 a dimitir como eurodiputado por profundas (y proféticas) desavenencias con Rosa Díez en temas como la deseable alianza con el partido Ciudadanos y las prácticas autoritarias en la cúpula de UPyD. Y así, como dice la periodista Victoria Prego en su inteligente prefacio: «España ha perdido a un embajador impagable que hacía honor a lo mejor de nuestro país».