Nadie es realmente libre si la libertad no es para todos. Por eso EL FIN DEL ARMARIO, una crónica brillante de los cambios vividos por lesbianas, gays, trans y bisexuales en el siglo XXI, no ha sido escrito sólo para ellos, sino para lectores y lectoras de todas las orientaciones sexuales e identidades de género. Avances y retrocesos, mitos y prejuicios, alegrías y tristezas, todo interesa a la mirada de Bruno Bimbi, que integra historias personales y colectivas ocurridas en distintos lugares del mundo. Habla de homofobia y transfobia, pero también de racismo y antisemitismo. De filosofía, historia, teología, biología y política;de series de televisión, aplicaciones para ligar, discotecas y cuartos oscuros. Desfilan por las páginas del libro el papa Francisco, los pastores evangélicos brasileños, Jair Bolsonaro, Nicolás Maduro, los ayatolás iraníes y la ultraderecha española, pero también Alan Turing, Pedro Zerolo, Laverne Cox, Rosa Parks y las maricas rebeldes de Stonewall. Eduardo Mendicutti elogia en su prólogo la «claridad de mirada y de juicio» y la «sacudida de dolor, solidaridad y ganas de no desfallecer» que provoca en el lector este «libro necesario» de lectura «ágil y extraordinariamente cálida». Eduardo Mendicutti dice en el prólogo que en este "libro necesario", "Bruno Bimbi sabe agarrar al lector por la cabeza y el corazón y zatanrealo". Martín Caparrós afirma: "«Durante siglos fue el silencio;ahora, muchos buscamos las palabras. Libros como El fin del armario nos ayudan a romper moldes, prejuicios, ignorancias. Y a encontrarlas, a aprender a hablar de estos tiempos en que la sexualidad y los géneros ya se dicen en un plural que crece y crece.» El diputado gay brasileño Jean Wyllis ha dicho: «Con erudición y profundidad, Bimbi aborda desde la intimidad de la relación sexual entre dos hombres o dos mujeres ?y la curiosidad que genera a los héteros? hasta el papel de las iglesias en la construcción del odio homofóbico. Una prosa brillante y necesaria.»Y Hinde Pomeraniec afirma: «Bruno es un gran periodista, pero además escribe muy bien. No se da muchas veces. No todos los grandes investigadores periodísticos escriben bien. Ese cóctel hace de su libro algo diferente.»