La literatura es una actividad que se realiza en soledad. Se escribe en soledad, se lee en soledad pero une a los seres humanos alrededor de la palabra, y logra eso tan complicado que llamamos comunicación. Mis personajes se encuentran en situaciones cotidianas, acuciados por los monstruos de la imaginación, con los que de alguna manera se responde a las preguntas existenciales sobre la soledad, la incomunicación, la muerte o el amor. Creo en la fantasía y en la imaginación. Considero que el lector, que la persona que se sumerge en mis palabras, está buscando, de igual modo que yo lo hago cuando leo, que la precisión, la exactitud y la sorpresa lo emocione y lo asombre. Me interesan lo imposible, lo fantástico, lo inesperado. El punto de inicio de mi trabajo narrativo es la certidumbre de que la percepción de la rea - lidad es subjetiva, de que todos gravitamos en esa confusión existencial. Desde la opacidad de una realidad aplastante, mis personajes se encuentran con un mundo fantástico e imaginario que les sirve para resolver de un modo inconcluso las inquietudes vitales que se plantean.