Con el telón de fondo de unas islas griegas tan bellas como pobres, Papadiamantis ha logrado sorprender y conmover a varias gene¬raciones de lectores de todo el mundo con esta estremecedora historia: una hábil curandera, viuda y madre experta en todo tipo de artes curativas y ardides, decide librar a varias familias de sus hijas pequeñas o recién nacidas, pues éstas, según ella misma, serán sólo una carga en medio de tanta miseria... Y un infierno so¬bre¬cogedor de pesadillas insomnes, sonámbulas y alucinadas ate¬nazará a una conciencia desesperada en medio del hermo¬sísimo paisaje. Una conciencia que apenas puede sobre¬ponerse a las pul¬siones más graves que una realidad extrema arroja sobre la exis¬tencia. Sin embargo, La asesina supera el determinismo decimo¬nónico;por eso es tan actual, tan sin época. Porque más allá de cualquier naturalismo hace valer esa alucinación del sujeto desorientado en un mundo shakespeariano casi. Un mundo regido por terribles pulsiones de muerte, lo que convierte esta historia en un acto religioso sobre el ser humano, sobre su capacidad para superar el peso de una realidad miserable y oprimida, transida por la angus¬tia de existir, por la imposibilidad de ninguna justicia, divina o humana, como en la última frase de esta obra maestra.