Rastreando en los lugares de la memoria, con unas gotas de ácido o con un dedo de ternura y otro de sarcasmo, Angeles Mora, una de las voces más sólidas de la poesía española actual (femenina o no femenina) nos ofrece en su último poemario una autobiografía fictiva donde se mezclan el mundo de ayer y el mundo de hoy. Consciente de que toda autobiografía es mentirosa, edulcorada o maldita, se limita a constatar ese carácter de ficción (esa mentira que se usa cuando se quiere decir alguna verdad) para resaltar el carácter de la autobiografía, para recuperar la memoria y desvelar sus lugares y sus tiempos. Porque la memoria siempre está ahí, es el refugio de ahora mismo.