Este texto enhebra los hilos invisibles que se tejen entre las personas. Nacemos tejidos por nuestros antepasados y bordados por nuestros contemporáneos. Bordados por hilos invisibles de un amor hecho de raíces, como el que nos une a nuestros hijos y a nuestros padres. Este canto de amor entre generaciones no esta exento de gritos ante un mundo que tiende a mercantilizar cada nacimiento. Anidar un mundo venidero de un modo diferente es posible, y tal vez pase por empezar a creer que los recién nacidos son los más viejos de la humanidad. Palabras de Carlos Laredo Música de Alexander Scriabin interpretada por Mikhail Studyonov. libro con cd