Relato en primera persona de un joven poeta ruso que trata de encontrar su sitio en Manhattan, entre los claustrofóbicos circuitos de la emigración soviética y el ajetreo alucinante de la capital del Mundo Occidental. Un libro sobre sexo, política, más sexo, celos, odio de clase y amor convertido casi en enfermedad. Limonov pisa tantos callos que el libro sólo encontró editor en París, donde se trasladó para proseguir su agitada vida, materia principal de su literatura.