Una época en la que los samurais se encuentran algo fuera de lugar sin batallas que librar donde mostrar sus habilidades, y en la que se han visto relegados a trabajos ordinarios como la alfarería o la carpintería, dedicando su tiempo libre a un ritual consistente en perseguir y aniquilar a criminales a caballo, con la promesa de la libertad si sobreviven a la prueba. Será uno de esos criminales, un samurai caído en desgracia, el que sobrevivirá y pondrá a prueba el sistema.