Estudia una dimensión poco conocida del teatro calderoniano: la incorporación a sus obras de una serie de encuentros denominados «academias» y «certámenes». Sus significados, su intencionalidad de entretenimiento y su puesta en escena permiten diferenciar un corpus de nueve comedias de entre 1627 y 1658. Su análisis aborda la tipología de pasatiempos acogidos bajo dichos términos, los asuntos, la métrica y la música, y el espacio, para culminar con unas consideraciones finales que quisieran desvelar esta desconocida faceta del quehacer literario de Calderón.