En este momento, mujeres de todo el mundo sufren por amor soñando con un modelo de hombre que no existe, con una pareja ideal como tabla de salvación. Gracias a la educación recibida, a la sociedad, a los cuentos de hadas, al cine de Hollywood, a la herencia religiosa, a un larguísimo etcétera... han conseguido volvernos adictas a la droga del amor, al milagro romántico, a la satisfacción de esa utopía individual. Todos estos relatos parecen inocentes, pero en realidad no lo son. Como afirma Coral Herrera, al patriarcado le conviene que permanezcamos encadenadas a esta ilusión, porque mientras nos abracemos a ella, permaneceremos débiles y no volveremos la mirada hacia lo que verdaderamente importa: que las mujeres unidas, empoderadas en busca del bien común, pueden resultar muy peligrosas para el sistema. Este libro es una invitación a sufrir menos y a disfrutar más del amor. Una invitación a que hombres y mujeres se deshagan de sus antiguos roles, de sus viejas penas y, con ilusión y rebeldía, avancen decididos hacia su libertad. Desembarazarse del mito del amor romántico no es fácil: conlleva un proceso lento, un viaje interior convulso, pero también apasionante. Porque no, las mujeres no somos sufridoras por naturaleza y sí, otras formas de amarse son posibles.