La misión no merece la pena, merece la vida. Este libro deja un mapa de rutas para vivir la misión siendo misión. Se necesita todo el árbol para hacer una flor;para evangelizar es necesario lo que uno es. Misión es dar actualidad, presencia, realidad histórica a lo que Jesús fue, remitiendo a él para sentir su atracción. Es misionero el mensajero identificado con el mensaje, quien pone el corazón donde está su misión. Con reflexiones tatuadas en experiencias de misión, las páginas llevan a repensar la vida del discípulo en clave de misión. Su ángulo de visión es evangelio encarnado en nostalgia de periferia. Para diseñar caminos de misión, más que hablar de los pobres, el libro habla desde los pobres. Porque vida misionera es encuentro en la cátedra de los sencillos.